Diseño de experiencias: Los 4 primeros mandamientos de Disney (I)

Diseño de experiencias

Desde que iniciamos nuestra actividad en este blog venimos defendiendo la importancia que tienen las instalaciones de ocio en la creación de experiencias dirigidas a las familias con niños por parte de resorts vacacionales, complejos de ocio y todo tipo de establecimientos que tienen una oferta para este target. Te invitamos a leer este otro post dedicado a ello.

Es precisamente en este punto donde confluyen dos áreas que están mucho más relacionadas de lo que a priori lo pueden parecer: la arquitectura que hay detrás del diseño de áreas lúdicas y la economía de la experiencia, por la que una marca es capaz de diferenciarse y competir en áreas de posicionamiento en la mente del consumidor en base a una propuesta de valor única basada en experiencias.

Este planteamiento es algo que hace ya más de medio siglo Walt Disney y su equipo -conocido como imagineers-, desarrollaron de una forma exitosa para dar forma a sus icónicos parques temáticos, desde un prisma combinado de la configuración de los espacios y de la generación de una experiencia de usuario impecable. El concepto resultante sigue totalmente vigente y de gran utilidad en la actualidad mediante diez mandamientos con criterios ‘para hacer la arquitectura más sensible a la gente que vive la experiencia de sus edificios’.

De hecho, consiste precisamente en la base del desarrollo de muchas instalaciones que podrían ser englobadas bajo el ámbito de la ‘arquitectura del entretenimiento’, es decir, cualquier espacio diseñado con el objetivo de estimular la imaginación y fomentar la fantasía.

Diseño de experiencias

Imagen tomada de Pinterest.

Diseño de experiencias: ¿Cuáles son y cómo podemos integrar estos criterios en nuestras instalaciones de ocio?

A continuación, analizamos los primeros cuatro mandamientos:

1. Conoce a tu público. Nada más fácil, pero a la vez más crítico que entender cómo siente, cómo piensa, qué dice y qué hace nuestro(s) usuario(s) tipo. Poner al huésped o al cliente en el centro es la base del éxito de cualquier instalación de ocio.

2. Ponte en la piel de tus invitados, es decir, dirígete a personas (con sus emociones). Directamente ligado al punto anterior, no basta solamente con conocer a la perfección los gustos de la persona que va a hacer uso de nuestras instalaciones, sino hay que estudiar de forma minuciosa cómo va a ser cada uno de los puntos de contacto de nuestra instalación con el juego y la vivencia que tenga en el espacio. En definitiva, hay que entender el cómo vive la experiencia en nuestra instalación para así poder gestionar y definir cómo queremos como gestores entregarla.

3. Organiza el flujo de las personas y de las ideas. Al igual que sucede con el caso de la gestión de los flujos de consumidores por parte de cualquier establecimiento de IKEA, esto mismo se puede extrapolar, a pequeña escala, a cualquier espacio lúdico que estemos proyectando. En el caso de grandes instalaciones, ¿cómo puedo hacer para crear flujos que mejoren la experiencia de los usuarios y al mismo tiempo que nos beneficien a nivel negocio?

Pero no solamente este punto hace referencia a la propia concepción arquitectónica de los espacios, ya que también podemos organizar el flujo de movimiento o mental de los usuarios mediante la narración de historias (storytelling). Precisamente de cómo generar un vínculo emocional entre los visitantes y la experiencia de la instalación en nuestro post anterior dedicado a este tema.

4. Crea un weenie (un imán visual). Justo hemos hablado de cómo la narración de historias genera un vínculo entre el cliente y el espacio (y de forma implícita, con la compañía o marca detrás). Pero, ¿cómo se puede condensar este vínculo en un símbolo o un elemento tangible que facilite el recuerdo o dirigir las emociones de la persona a aspectos concretos?

Precisamente esa es la misión de los weenies que están estratégicamente repartidos por todos los parques de Disney. Crear imanes visuales para los usuarios que les hagan de facilitadores de la experiencia que se le quiere hacer vivir. Además, qué mejor forma de mantener viva la emoción mediante un elemento fácilmente reconocible una vez pasada la experiencia.

Solamente con estos cuatro primeros mandamientos vistos ya tenemos varias ideas estratégicas de gran valor para poder ser implementadas en cualquier establecimiento que cuente -o desee contar- con áreas de ocio para sus clientes.

En The Fun Lab somos especialistas en diseño de experiencias para poder atraer una mayor cantidad de público y tener un buen reclamo para todo tipo de establecimientos. Si necesitas que te ayudemos, estaremos encantados de escuchar tus ideas. Haz clic aquí y ponte en contacto con nosotros sin compromiso.

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